En un artículo anterior en el que se comentaban los datos del Informe Coop 2020 sobre el consumo y los estilos de vida de los italianos de hoy y de mañana, hemos comprobado, cifras en mano, que entre la genteone existe una creciente preocupación por su propia salud y la del medio ambiente y una conciencia de que están en una relación de mutua dependencia.
El respeto a este equilibrio puede convertirse en un verdadero estilo de vida, una forma concreta de pensar y hacer, que debe practicarse a diario: en definitiva, vivir en verde no reside en el mundo de las ideas, sino en las cosas cotidianas, cuando vamos a comprar, cuando evitamos el gasto innecesario de energía, cuando clasificamos nuestros residuos, cuando compramos productos fabricados con bajo impacto ambiental y materiales reciclables.
Incluso nuestras cocinas pueden ser ecológicas: nuestro frigorífico puede ser ecológico si elegimos, por ejemplo, productos de kilómetro cero que contribuyan a la reducción de las emisiones de C02, nuestros muebles de cocina pueden ser ecológicos si elegimos materiales naturales o reciclados, e incluso nuestro fregadero puede ser ecológico gracias a los tecnologías que destruyen las partículas contaminantes.
Desde hace años, Plados Telma se compromete a que sus productos no tengan un impacto negativo en las personasone y el medio ambiente, y apuesta por la sostenibilidad en todas las fases de diseño y producción de sus fregaderos. Tiene una división internaone, Laboratorio Deltacomprometida con la investigación y la innovaciónone, que inició el proyecto Fregadero verdepara crear una gama de fregaderos ecosostenibles fabricados con materiales reciclados.
La filosofía de la sostenibilidad es algo que en Plados Telma se transforma en algo que se puede tocar, la durabilidad, por ejemplo. Nuestros fregaderos están diseñados para durar, no para desgastarse y sustituirse en poco tiempo, porque un producto es sostenible cuando todo su ciclo de vida lo es: cuanto más largo sea su ciclo de vida, menos impacto tendrá en el medio ambiente.
La calidad de los materiales, las tecnologías utilizadas en la fabricación de nuestros productos, todo camina en la dirección de ese compromiso de contribuir al mantenimiento de un equilibrio saludable entre el hombre y la naturaleza.
En efecto, todos estamos llamados a sentir la responsabilidad que cada uno de nosotros tiene para con el medio ambiente y la posibilidad de contribuir con pequeños gestos a un futuro más sostenible, empezando por nuestros hogares y, por qué no, nuestras cocinas.